El 18 de febrero de 1.981, el escritor Gerd Heidemann presentó 62 volúmenes de unos diarios manuscritos de Adolf Hitler, que comprendían un periodo entre 1.932 y 1.945 diciendo que habían llegado a él desde Alemania Oriental, y pasados por la frontera por el Dr. Fischer.
Heidemannn decía que habían sido encontrados en Börnersdorf, cerca de Dresde, entre los restos de un avión derribado en la segunda guerra mundial, cabe decir que los primeros peritos que los examinaron coincidieron en que eran falsos, aún así una editorial alemana pago 2.000.000 de dólares a Heidemann por los derechos, Rupert Murdoch los compró posteriormente por 3.750.000 dólares.
Murdoch contrató a Hugh Trevor-Roper, reconocido historiador del nazismo, para que éste los autentificara, ¿y el resultado? Dijo que eran originales.
En abril de 1.983, dos semanas después de que la revista Stern publicara la primera entrega de los diarios, y junto con el articulo de Trevor-Roper que acreditaba su autenticidad, expertos científicos dijeron que la composición química de la tinta usada en los diarios, eran posteriores a 1.945, tenía algunos datos históricos inexactos, Finalmente, el contenido del libro resultó ser una copia de un libro de discursos de Hitler al que se habían añadido comentarios personales.
Publicado esto, Heidemann confesó, el falsificador era Konrad Kujau, y ambos fueron hallados culpables de estafa y sentenciados a cuatro años en 1.985.
Hugh Trevor-Roper, no volvería a recuperar su credibilidad.
Los editores del stern Peter Koch y Felix Schmidt, se separaron tras ser ridiculizados.
La primera foto: Gerd Heidemann
La segunada: Trevor-Roper
La tercera: Konrad Kujau
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