El hombre que vendió la torre eiffel

Victor Lustig nació el 4 de enero de 1.890 en Bohemia Alemania de buena educación Lustig se especializó en idiomas, siendo joven se trasladó a Francia donde ejerció de entre otras cosas de experto tahúr, convertido en elegante jugador de poker, consiguió vaciar los bolsillos de grandes e inocentes hombres de negocios que viajaban entre Francia y los Estados Unidos en los navíos de la época, inclusive tubo 47 denuncias por estafa, pero ninguna de ellas pudo hacerle mella, pues todas fueron desestimadas por falta de pruebas, como dato curioso, una de esas denuncias decía que, Lustig trató de vender 30.000$ que copió en una Xeros.

A finales de 1925 la torre eiffel se convirtió para Francia en una carga, puesto que los gastos en mantenimiento superaban lo estimado por el gobierno, Lustig enterado de esto mientras leía un periódico, urdió la trampa.

Hombre de juego y conocedor de las calles, contacto a un falsificador y gracias a éste consiguió papeles en blanco, sobres y sellos con el emblema de la alcaldía de Paris, y citó, por escrito, a seis grandes compradores de chatarra de la región para proponerles el negocio.

Lustig dijo ser el encargo municipal para vender la torre al mejor postor debido a las dificultades de su reparación, dos días después, Lustig recibió seis sobres sellados con las respectivas ofertas, André Poisson resultó ser quien mejor oferta ofrecía, y como era de esperarse, al día siguiente Lustig lo contactó e incluso fue un poco más allá, le dijo que en casos como estos, era buena idea hacerle llegar al alcalde muy discretamente una suma considerada, el chatarrero, aceptó alegremente y a la mañana siguiente le hizo llegar un abultado sobre.

Se citaron por la tarde para hacer la firma del contrato que lo hacía acreedor de la torre, pero Lustig nunca llegó, había tomado el tren con destino a Vienna, donde vivió por varios años como un duque, Poisson murió el poco tiempo del disgusto y del bochorno causado, al enterarse de la estafa.

Tiempo después en los Estados Unidos, estafó 40.000$ al mismísimo Al Capone, en un negocio ficticio, Lustig volvió con una nota de disculpa y Capone creyéndole, le obsequió 5.000$.

Varios años después sería atrapado y enviado a alcatraz, de seguro allí también se las arregló.