Joseph Vacher, el destripador de Francia

Joseph Vacher nació en Beaufort el 16 de noviembre de 1.869, siendo hijo de un granjero, fue enviado a estudiar en una muy estricta escuela católica, donde aprendió entre otras cosas obediencia y temor de Dios.

 

En 1.893 mientras prestaba el servicio militar se enamoró de una joven y en varias oportunidades trató de cortejarla, pero ella no accedía, al terminar el servicio, le propuso por ultima vez, pero ella nuevamente lo rechazó, y en un ataque de rabia Vacher le dispara cuatro veces, y luego se intenta suicidarse disparándose en la cabeza en dos oportunidades, la joven aunque seriamente herida pudo sobrevivir, al igual que Vacher, quien como consecuencia quedó paralizado de un lado de la cara y las dos balas quedaron por siempre alojada en su cabeza.

 

Vacher es enviado a una institución mental en Dole, Jura. Dado que la medicina psiquiatrita en la época era en gran medida absurda, escapa a los pocos días, pero nuevamente es encerrado cuando un joven de 17 años es encontrado muerto, apuñalado y con su vientre abierto, Vacher se declara culpable revelando que había bebido sangre del cuello de la victima, por que siendo niño un perro rabioso lo había mordido y su sangre estaba envenenada, pero un año después fue dejado libre diciendo los médicos que estaba completamente curado.

 

Luego de salir del psiquiátrico en 1.894 Vacher comenzó su trágica y prolífica carrera como asesino en serie, viajó por diferentes pueblos de Francia buscando sus victimas, a las cuales mutilaba, asesinaba y luego violaba, algunas les comió los órganos, otras bebió sangre y otras sacó sus ojos, Vacher recorrió campos que de cierta manera eran aislados, y así sus victimas eran campesinos y pastores, se destaca que sólo asesinó gente joven, niños mujeres y una anciana.

 

En 1.897 Vacher intentó atacar a una joven en Ardeche, un departamento en el sur de Francia, pero se resistió y luchó contra él, y los gritos alertaron a su esposo e hijo, y juntos sometieron a Vacher y fue llevado a la policía.

 

Vacher se declaró loco y confesó todos sus asesinatos, alegando que una voz en su interior le decía que hacer y a cuales victimas asesinar.

 

Fue examinado por varios médicos y llegaron a la conclusión de que estaba sano de mente, dado en parte a que detalló con exactitud los asesinatos y que en su mochila llevaba lazos previamente cortados y una navaja plegable de mango de madera, fue juzgado cómo hombre sano y condenado a muerte bajo los aplausos de la multitud, el 31 de diciembre de 1.898 murió en la guillotina.

 

En total Vacher asesinó y descuartizó a una anciana, cinco mujeres jóvenes pastoras y cinco chicos jóvenes también pastores, y aunque según investigaciones hechas luego de su muerte, se cree que Vacher asesinó a cerca de treinta personas.

 

Pero si algo bueno se pudo sacar de esto, fue que en Francia se creó las brigadas móviles de la policía judicial, que mas tarde se llamaran las brigadas del tigre y el control de fichaje, la cual con una ley de 1.912 fichaba a todos los nómadas y vagabundos en Francia.

 

 

Entre las cosas de Vacher se encontró una nota y en un párrafo se puede leer.

Mi cabeza va explotar, mi oreja sufre me duele muchos, dejad de hacerme sufrir,

Mi oreja, mi oreja me vuelve loco, por eso mi cabeza va explotar, me duele mucho,

Dejad de hacerme sufrir.