Corría el mes de septiembre de 1.983, las dos grandes potencias (EEUU y URSS) tenían en tensa calma al mundo entero, estaba en pleno apogeo la guerra fría y los espías eran lo héroes y/o villanos anónimos según fuera el caso, el juego de estrategias, propagandas, amenazas y provocaciones por parte de las potencias estaban a la orden del día.
El incidente clave ocurrió el 1 de septiembre a las 18:29 horas Greenwich, cuando un jumbo jet de la aerolínea “Korean Airlines 007” con 269 pasajeros es derribado por tres aviones “Mig 23” y un “Sukhoi 15” rusos, por haber violado su espacio aéreo, fue confundido con un avión espía. Inmediatamente KGB envió un mensaje a sus espías preparándolos para una posible guerra nuclear.
Petrov para esas fechas estaba a cargo del bunker Serpukhov-15, que era el centro de mando de la inteligencia militar rusa, y encargado de verificar y alertar a sus superiores sobre cualquier ataque aéreo, y desde ahí se daría aviso general hasta llegar al presidente Gorbachov, en pocas palabras, un aviso de Petrov iniciaría una guerra nuclear, que de seguro acabaría con el mundo tal como lo conocemos hoy en día.
El 26 de septiembre de 1983 se produce lo que se conoció como el Incidente del Equinoccio de Otoño, y todo comienza a las 00:14 am(hora de Moscú) un satélite ruso dio la alarma, un misil balístico intercontinental americano había sido lanzado desde Malmstrom (Montana) sólo lo separaban 20 minutos de Rusia, Petrov consideró que se trataba de un error en los sistemas de alerta temprana, pues no tendría sentido atacar con sólo un misil, 8 minutos mas tarde las señales indicaban que cuatro misiles mas caerían sobre la URSS, y aún ahí Petrov consideró que era un error en los computadores del bunker, y decidió esperar, 10 minutos mas tarde se descubrió que era una falsa alarma causada por una rara conjunción astronómica entre la red de satélites Rusos la tierra y el sol, coincidiendo con el equinoccio de otoño, el sol se elevó sobre el horizonte en un ángulo que coincidía con el área tangencial de todos los satélites que vigilaban los campos misilísticos americanos, y esto produjo las señales térmicas similares a la de los misiles.
Lo que hizo Petrov salvó al planeta entero de la destrucción nuclear, pero el teniente coronel Petrov lejos de ser condecorado y recibir medallas al valor y premios honoríficos, recibió un castigo de sus superiores, pues consideraron que había tomado la decisión equivocada y fue enviado a un puesto de menor importancia.
Nunca se le consideró como héroe en Rusia ni recibió premios por parte de los rusos, más que una pensión de jubilación, merecida por su tiempo de servicio en el ejercito, hoy a sus 68 años vive pobremente junto con su hijo y un perro en un apartamento de dos habitaciones en un suburbio llamado Friazino en las afueras de Moscú.
Cuando le preguntaron por qué no había dado la alerta, contestó simplemente: “La gente no empieza una guerra nuclear con sólo cinco misiles“.
En 2.004 la Asociación de Ciudadanos del Mundo le otorgó su premio World Citizen Award, por detener lo que podría haber sido un desastre mundial.
En 2006, Petrov realizó un viaje a EE.UU., donde fue felicitado por las Naciones Unidas, y posteriormente le fue entregado un segundo premio de la Asociación de Ciudadanos del Mundo.
Al parecer ocurrieron varios casos como este, por lo que se puede concluir que nos salvamos de milagro.
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Definitivamente de milagro, aunque un amigo me decia que la sensatez fue la que nos salvó.
ResponderBorrarsaludos.
He recoemndado en mi blog el documental "La niebla de la guerra" de Robert McNamara, él dice que con detalles históricos que fue suerte, pero claro la sensatez también se dio; pero McNamara dice que a pesar de "racionalizar" no nos salvamos pro eso.
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interesante, trataré de buscarlo, me dio curiosidad. gracias.
ResponderBorrarsaludos.
Conocía la historia, realmente estremecedora! son esas ocasiones donde se pone una decisión tan importante en manos de una sola persona. Tengo entendido que el control nuclear de los Estados Unidos realizó una prueba para ver si los operarios del lanzamiento de los misiles estaban dispuestos a hacerlo. La cuestión es que en una simulación (los operarios no sabían que era una simulación) en la cual se les decía que la URSS estaba atacando con misles, un 50% de los operarios decidieron no lanzar los misiles.
ResponderBorrarSi vale, a mi me parece espeluznante, pero ese tipo de pruebas se hacen en secreto segun sabía, y cada cierto tiempo cambian los operarios.
ResponderBorrarsaludos.
Un sentido homenaje a Stanislav Petrov , nos salvo a todos. Espeluznantemente increible la historia
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